NACIMIENTO DEL BARROCO (BERNINI-BORROMINI)
SAN CARLO ALLE QUATRO FONTANES (BORROMINI)
BORROMINI/BERNINI - BERNINI/BORROMINI
Ambos crearon un nuevo estilo escultórico que embelleció Roma en el siglo XVII. Pero los dos luchaban por conseguir los mejores proyectos arquitectónicos. La clave era ganarse al Vaticano. Y uno lo hizo mejor que otro
FONTANA DE TREVI (BERNINI)
Francesco Castelli, llamado Francesco Borromini1 (Bissone, actualmente en el cantón del Tesino (Suiza), 25 de septiembre de 1599 - Roma, 3 de agosto de 1667) fue un arquitecto italiano, considerado uno de los máximos exponentes del barroco romano
Gian Lorenzo Bernini (Nápoles, 7 de diciembre de 1598-Roma, 28 de noviembre de 1680) fue un escultor, arquitecto y pintor italiano.1 Trabajó principalmente en Roma y es considerado el más destacado escultor de su generación, creador del estilo escultórico barroco.
Bernini poseía la habilidad de crear en sus esculturas escenas narrativas muy dramáticas, de captar unos intensos estados psicológicos y también de componer conjuntos escultóricos que transmiten una magnífica grandeza.3 Su habilidad para esculpir el mármol llevó a que fuera considerado un digno sucesor de Miguel Ángel, muy por encima de sus coetáneos y especialmente de sus grandes rivales, Alessandro Algardi y Francesco Borromini. Su talento se extendió más allá de la escultura y fue capaz de sintetizar de manera brillante la escultura con la pintura y la arquitectura en un todo conceptual y visual coherente.4 Hombre profundamente religioso que puso su arte al servicio de la Contrarreforma,5 Bernini empleó la luz como un destacado recurso metafórico que completa sus obras, en ocasiones con puntos de iluminación invisibles que intensifican el foco de la adoración religiosa6 o amplifican el dramatismo de la narrativa escultórica.
Borromini inició su carrera ayudando en la cantera a su padre, pero pronto se trasladó a Milán para estudiar y perfeccionarse. Allí se lo empezó a llamar con el sobrenombre de Bessone, en alusión a su pueblo natal, ubicado cerca de Lugano, en la región de lengua italiana de Suiza. Francesco trabajó en las obras del "duomo", la catedral de Milán.
En 1619 llega a Roma, donde cambia su apellido de Castelli a Borromini, y comienza a trabajar para su pariente lejano, Carlo Maderno en las obras de la Basílica de San Pedro. A la muerte de Maderno en 1629 se une al equipo de Gian Lorenzo Bernini en los trabajos de ampliación y refacción de la fachada del Palazzo Barberini Trabaja allí como asistente de Bernini, pero luego de unos pocos años se produce entre ambos una enemistad que duraría toda la vida
Bernini fue también uno de los mejores arquitectos del barroco romano, junto con sus contemporáneos Francesco Borromini y Pietro da Cortona. Al principio de sus carreras, todos trabajaron en el Palacio Barberini, pero después compitieron por los encargos de grandes obras y desarrollaron una feroz rivalidad, particularmente Bernini y Borromini.78 A pesar de la indiscutible calidad de Borromini y Da Cortona, Bernini gozó del favor de los papas Urbano VIII (1623–44) y Alejandro VII (1655–65) y por tanto se aseguró el proyecto más importante de la Roma de su tiempo, la basílica de San Pedro del Vaticano. El diseño de la Plaza de San Pedro que se abre ante la basílica es uno de sus proyectos arquitectónicos más innovadores y alabados.
Borromini durante el pontificado de Inocencio X (1644-1655) , gana la confianza del Papa, lo que le permite desplazar a su eterno rival en el puesto de arquitecto principal de Roma. Sin embargo, con el siguiente Papa, Alejandro VII (1655-1657) nuevamente renace la estrella de Bernini, acrecentando el enfrentamiento entre ambos arquitectos. A partir de allí Borromini se dedica a completar los interiores de la iglesia de Sant'Ivo alla Sapienza, de la actual Universidad romana, y a los trabajos en San Juan de Letrán. Adicionalmente, completa el basamento de la fachada de su primera obra independiente, la iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane en el Quirinal. La galería de Borromini en el Palazzo Spada juega con la perspectiva de tal manera que se va encogiendo, lo que la hace parecer más larga de lo que es.
Durante su extensa carrera, Bernini recibió numerosos encargos de gran relevancia, varios de ellos por parte del papado. A temprana edad llamó la atención del cardenal nepote Scipione Caffarelli Borghese, sobrino del Papa, y en 1621, con sólo 23 años, fue nombrado caballero por el Papa Gregorio XV. Realizó las obras más destacadas durante el pontificado de Urbano VIII y aunque no tuvo tanta preeminencia durante Inocencio X, volvió a gozar del favor de los pontífices Alejandro VII y Clemente IX.
La reputación de su legado disminuyó durante el Neoclasicismo, que despreciaba el arte barroco. Hubo que esperar hasta el siglo XIX para que, durante la búsqueda de una comprensión del contexto en el que trabajó Bernini, se reconocieran sus logros artísticos y se restaurara su reputación. En opinión del historiador del arte Howard Hibbard, durante el siglo XVII «no hubo escultores o arquitectos comparables a Bernini».9
La genialidad siempre conlleva caracteres distintivos, circunstancia acentuada en este caso por el trágico final del artista. Así como Leonardo y Miguel Ángel han quedado grabados en la historia como hombres del Renacimiento, Borromini puede ser definido sin lugar a dudas como un hombre del Barroco y dejó para la posteridad su obra teórica "Opus Arquitectonicum",aunque buena parte de sus escritos fueron destruidos por él mismo antes de su muerte.
La genialidad siempre conlleva caracteres distintivos, circunstancia acentuada en este caso por el trágico final del artista. Así como Leonardo y Miguel Ángel han quedado grabados en la historia como hombres del Renacimiento, Borromini puede ser definido sin lugar a dudas como un hombre del Barroco y dejó para la posteridad su obra teórica "Opus Arquitectonicum",aunque buena parte de sus escritos fueron destruidos por él mismo antes de su muerte.
Tenía reputación de honesto y poco interesado en las riquezas materiales, aunque posiblemente, como todo artista, sintiera necesidad de otras formas de reconocimiento. Daba especial relevancia a la plena libertad de diseño, negándose a "copiar" características u elementos estilísticos en sus proyectos,3 y llegando al extremo de resignar toda remuneración a cambio de tal libertad expresiva. Religioso practicante y devoto, transcurría su vida laica con votos de pobreza.4
Se dice que su carácter era huraño y solitario y su final, con un suicidio similar al de Catón el Joven, arrojándose sobre su propia espada, lo muestran inmerso en una profunda depresión, fruto de desaires tardíos, posiblemente alguna enfermedad no diagnosticada, y un incremento en el carácter melancólico que lo acompañó toda su vida
Se dice que su carácter era huraño y solitario y su final, con un suicidio similar al de Catón el Joven, arrojándose sobre su propia espada, lo muestran inmerso en una profunda depresión, fruto de desaires tardíos, posiblemente alguna enfermedad no diagnosticada, y un incremento en el carácter melancólico que lo acompañó toda su vida
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